El espíritu del árbol de Navidad cambia un poquito desde la perspectiva del método #Montessori. Te contamos, además, cómo puedes aprovecharlo para hacer manualidades y fomentar la autonomía de tus hijos.
El árbol de Navidad es un elemento clave de la iconoclastia navideña. No hay casa que se decore mínimamente en #Navidad, ya sea de una familia católica o no, en la que no haya un arbolito navideño, por pequeño y discreto que sea. Es un elemento alegre y festivo, que a los niños les encanta, y es también de alguna forma el elemento ornamental con el que se identifica más gente, sobre quienes han resignificado estas fiestas más allá de la tradición religiosa. Y es precisamente por este motivo por lo que encaja tan bien en la filosofía Montessori.
Para el método Montessori, el árbol de Navidad tiene un significado un poquito distinto, de integración. Lo explica el equipo de Lozada Centro Psicopedagógico “María Montessori comparte que, para diferentes religiones y culturas, el árbol de navidad es un árbol de paz que representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes y su copa siempre señala al cielo”.
Por ello, en su opinión, “es importante que los niños desde pequeños comprendan el significado de las tradiciones y símbolos que su cultura ha desarrollado a través de los años”. Y, añaden, “un modo de comenzar a interiorizarlos es haciéndolos partícipes, de diversas maneras, de las diferentes celebraciones”.
Por lo tanto, el árbol de Navidad es una oportunidad a nivel educativo al momento de trabajar con tus hijos en base al método Montessori.
Como elemento decorativo y de juego
Pero, además de suponer una oportunidad para el aprendizaje, el árbol de Navidad es también una ventana al juego.
Son muchas las manualidades que se pueden hacer que tengan al árbol de Navidad como protagonista. Como muestra, Lozada Centro Psicopedagógico ha creado un árbol de navidad que estimula los sentidos de los más pequeños a la vez que desarrolla la psicomotricidad fina y la concentración
Llega la navidad y toca adornar la casa. Muchas veces los niños quieren ayudarnos a decorar, pero los adornos suelen ser muy frágiles o es peligroso manipular el árbol con las luces. ¿Y si ponemos un árbol adaptado a su medida con el que, además de jugar estimulan sus sentidos?
Los sentidos son uno de los ejes claves de la pedagogía Montessori que aboga por un aprendizaje fomentado en su propia experiencia y en el que los adultos no tengan que estar supervisando todo el tiempo.
Así mismo, es importante que el niño pueda realizar actividades que involucren los diferentes sentidos, entre los que se encuentra el tacto.
Lo primero que encontramos en este árbol de navidad es que lo podemos colgar en cualquier sitio accesible a los niños, en una pared, en una puerta, y en cualquier estancia de la casa (incluso se puede trasladar de un sitio a otro).
El tejido es de fieltro y tanto el árbol como los adornos están elaborados totalmente a mano.
Uno de los sentidos desarrollados, por lo tanto, es el tacto, ya que desde muy pequeños pueden acostumbrarse a tocar y diferenciar diferentes materiales.
La vista es otro de los sentidos potenciados, ya que cada uno de los adornos navideños (árboles, estrella, regalos, galleta de jengibre etc.) está realizado de vivos colores que llaman la atención de los más pequeños.
Y, por último, y no menos importante ¿cómo cuelgan los niños los adornos? Cada adorno está provisto de una pequeña cuerda doble y a lo largo de todo el árbol se distribuyen pequeños botones de colores cosidos de tal manera que no es posible arrancarlos (todos los materiales de Lozada Centro Psicopedagógico están diseñados para bebés, niños y adolescentes).
Al colgar los adornos en el árbol los niños están practicando la psicomotricidad fina a la vez que la creatividad, ya que son ellos mismos los propios creadores de su árbol navideño.
Las actividades de navidad de Lozada Centro Psicopedagógico están diseñadas para que las familias adquieran habilidades de socialización, su importancia en la educación y en la vida diaria, así como herramientas para el desarrollo de competencias de socialización en los más pequeños.
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